Evangelización masiva.
Esas dos palabras pueden elevar un poco la presión arterial de una persona, ¿no es así? Ya sea en el mejor de los sentidos debido a la emoción por lo que Dios está haciendo en todo el mundo, o porque uno es un escéptico, llevando la incredulidad y la duda de su eficacia. Nos enfrentamos continuamente a la brutal realidad del mal, la destrucción y el grito desesperado del mundo por un Redentor. Estoy convencido de que el evangelismo de masas prevalece en la época actual como uno de los mejores medios, si no EL, para difundir el Evangelio a las almas perdidas del mundo. Lucas 19:10 dice:"Porque el Hijo del Hombre ha venido a buscar y a salvar lo que se había perdido". Implicación: si le importaba a Jesús, ¡debería importarnos a nosotros!
Cuando reflexiono sobre el evangelismo de masas (por qué lo hacemos y por qué sigue funcionando), pienso en la palabra "GRACIA" porque me recuerda lo siguiente:
1) Sólo Dios da el don. El oficio del evangelista es único. El impacto del evangelismo masivo es colosal para el establecimiento del Reino de Dios. No si (sino cuando) su llamado como evangelista es desestimado o devaluado por otros, ¡sólo sepa que es de suma importancia para el Todopoderoso! Proverbios 11:30 declara: "Porque el fruto del justo es árbol de vida, y el que capta almas es sabio". Nuestro trabajo es comprometer nuestro don, crecer en él, ser enseñables, humildes y estar disponibles para que Él nos use cuando y donde le plazca. Las escrituras también dicen: "¡Qué hermosos son los pies de los que anuncian la Buena Nueva!"(Romanos 10:15).
2) Reevangelizar a cada generación. Nuestra población mundial sigue aumentando y una nueva generación llega constantemente a la edad adulta. Piénsalo: Yo tuve mi oportunidad de recibir a Cristo, mis hijas tuvieron la suya, y ahora en los próximos años, será el turno de mis nietos. Cada nueva generación necesita una oportunidad para recibir el regalo gratuito de Jesús escuchando el mismo mensaje que cambia la vida de una manera relevante y fresca.
"Pero, ¿cómo puede la gente pedir ayuda si no sabe en quién confiar? ¿Y cómo pueden saber en quién confiar si no han oído hablar de Aquel en quien se puede confiar? ¿Y cómo van a oír si nadie se lo dice? ¿Y cómo va a decírselo nadie, si no se envía a alguien a hacerlo?... La cuestión es: Antes de confiar, hay que escuchar. Pero si no se predica la Palabra de Cristo, no hay nada que escuchar".
Romanos 10:14-17 (MSG)
La evangelización masiva significa que predicamos, que el Espíritu Santo se mueve y que el legado perdura.
3) Pídele. Sé un adorador público y privado del Altísimo. Tenemos acceso ilimitado e ininterrumpido al Creador del universo. Aprovechemos su poder, su fuerza, sus recursos y sus ilimitadas posibilidades. Pidámosle que invada nuestro espacio, que interrumpa nuestros planes y los sustituya por los suyos. La oradora y autora Beth Moore lo dijo de esta manera: "Hay partes de nuestro llamado, obras del Espíritu Santo y derrotas de las tinieblas que no vendrán de otra manera que a través de la oración furiosa, ferviente, llena de fe e incesante".
Amigos, si no tenemos la ayuda del Espíritu Santo en nuestro alcance, estamos perdiendo nuestro tiempo. Necesitamos desesperadamente su presencia. Orar para que el Cielo baje a nuestro ministerio invita al Señor a estar en el asiento del conductor. Sólo entonces podremos tener un entendimiento óptimo sobre cómo alcanzar una ciudad de la manera más efectiva.
Además, pidámosle que nos proporcione ayudantes que trabajen junto a nosotros (o que sostengan a nuestros ayudantes actuales). Esto es muy importante. Aprendemos en Eclesiastés 4:9-10 que "Dos son mejores que uno, porque tienen una buena recompensa por su trabajo. Porque si caen, uno levantará a su compañero. Pero ¡ay del que esté solo cuando caiga y no tenga otro que lo levante!". Juntos, ¡alcanzamos más!
Por último, no olvidemos pedirle inspiración. Él puede darnos ilustraciones visuales efectivas, historias y escrituras aplicables, y la entrega apasionada del mensaje. Te garantizo que Él nos da mejor material del que podríamos pensar o entregar por nuestra cuenta.
4 ) Las multitudes atraen a una multitud. Nunca hay evangelización masiva sin una multitud. ¿Y sabes qué? Una multitud atrae a otra aún mayor. Los medios de comunicación seculares siempre están buscando el próximo evento digno de mención. Eso crea una oportunidad emocionante para atraer a los que no tienen iglesia para que puedan estar abiertos y receptivos a las Buenas Nuevas.
Puede que los incrédulos no estén dispuestos a poner un pie en un edificio "eclesiástico", pero acudirán a un evento para recibir ropa, comida y atención médica gratuitas o para asistir a un concierto gratuito. ¿Puedes adivinar cuál es el gancho lingüístico número 1 en el mundo? Así es... ¡La música! La música tiende un puente y une a la gente. Ofrece una plataforma increíble para proclamar la verdad. Y cuando satisfacemos las necesidades físicas, permite que los corazones sean más receptivos a la curación de las necesidades espirituales.
5) "El evangelismo es sólo un mendigo que le dice a otro mendigo dónde encontrar pan". -D.T. Niles.
No hay nada más poderoso, a la hora de evangelizar, que compartir tu testimonio con los demás. ¿Has sido liberado y redimido de una adicción? ¿Creciste en un hogar roto? ¿Ha sido aplastado por la realidad de la pérdida de un ser querido? Lo que pasa con el quebrantamiento es que todo el mundo puede relacionarse con él y todos lo hemos experimentado. Tu historia tiene propósito y poder... ¡compártela!
El mundo es nuestro lienzo para pintar el Evangelio de Cristo de una manera que atraiga a los corazones hambrientos y heridos. Lo más amoroso que podemos hacer es compartir el Evangelio. A través de nuestras acciones, con nuestras palabras, por el amor que nos tenemos unos a otros... así es como otros serán atraídos a Cristo. La Biblia dice: "Nuestras vidas son una fragancia parecida a la de Cristo que sube a Dios... para los que se están salvando, somos un perfume que da vida" (2Cor. 2:15-16).
Amigos, todo depende de la GRACIA de Dios - ¡el evangelismo no es una excepción! Su gracia es una cosa que cada persona, de cada nación y lengua, necesita desesperadamente. T.L. Osborn lo dijo bien: "Un camino: ¡Jesús! Un trabajo: Evangelismo". ¡Amén y amén! Cada individuo va a uno de dos lugares para pasar la eternidad. Miles de millones de vidas en todo el mundo penden de un hilo. ¡Ahora es el momento de hacer discípulos!
Compañeros, que seamos fieles en practicar y proclamar el mensaje del Señor Jesucristo que cambia la vida, hasta que cada alma haya tenido la oportunidad de recibir el don de su perfecta e incomparable gracia.
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